jueves, 24 de julio de 2014

"El Águila que no Pudo Volar"

Había una vez un águila que al nacer se cayó del nido y se fracturó un ala, cuando su mamá llegó al nido no lo vio, divisó y de repente lo vio y lo puso en el nido. El pichón se sentía mal, la mamá le dio de comer.
 En una noche de tormenta cayó un rayo en el nido causando un incendio en el bosque, el pichón corrió para salvarse, un grupo de campistas encontraron al pichón, lo recogieron y se lo llevaron en un carro a la ciudad donde de inmediato dieron aviso al veterinario quien trató de curarlo pero el pichón forzaba por escapar.
De repente el pichón mordió a los señores. Y escapó por la bahía; mientras escapaba el animal tropezó y cayó al mar, subiendo a una tabla que estaba a su costado logró salvarse y llegar a tierra.
 Por allí pasaba una señora lo vio y lo cogió llevándoselo a su casa, en el camino un perro atacó a la señora y este de inmediato cogió al águila y se lo llevó a un callejón, en ese instante empezó la lluvia y el perro protegió al águila de la lluvia.
Pasado un tiempo ambos morían de hambre, el águila montó al perro hasta llegar a un restaurante cercano y entraron al local y la gente se sorprendió, el dueño les dio comida y el perro cogiéndolo salió con el águila, y fuera de ese lugar empezaron a comer.
Luego de haber comido buscaron un refugio donde puedan vivir, ya que existía mucho peligro en la calle.
Encontraron una casa vieja y deshabitada donde se refugiaron. Por mucho tiempo vivieron aventuras y travesuras, el águila creció y su ala dañada sanó y se hizo cada vez más fuerte. A pesar que el águila ya podía volar no quiso dejar a su amigo.
La gente que vivía por allí, se dio cuenta que estaban habitando ambos por lo cual dieron aviso a control animal, quienes acudieron y encontraron al águila y al perro.
Al perro se lo llevaron a la perrera y al águila al zoológico.
El águila al llegar al zoológico se reencontró con su madre y estuvieron felices, pero extrañaba a su amigo. En la noche mientras el guardián les dejaba la comida, las aves aprovecharon para escapar y se dirigieron a la perrera a rescatar a su amigo el perro.
Mientras el perro estaba triste en su jaula, la mamá águila voló hasta la puerta de la perrera fingió caer y estar herida, los guardias al darse cuenta de ello salieron presurosos para auxiliarla; mientras el águila aprovechó para entrar a la perrera y con su pico fuerte y agudo abrió la jaula y escaparon.
Ya a salvos y lejos del lugar las aves sujetaron fuertemente al perro y se fueron al bosque para vivir felices y ser libres.  FIN


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